Los seres humanos emitimos mensajes y señales de acuerdo con el acomodo de nuestros objetos personales, incluso en nuestros cajones. La acumulación de objetos es una forma de emitir señales; demasiados objetos emiten la señal de saturación de ideas, proyectos y planes totalmente confusos, muy poco estructurados y definidos.
El desorden altera el tao o el camino para obtener nuestras metas. Bloquea las vías de acceso de oportunidades y nos hace perder tiempo, que puede ser valiosísimo para estructurar de manera ordenada y disciplinada nuestro plan de vida.
Dependiendo del lugar donde se acumule el desorden, es el mensaje o señal que se está emitiendo:
• Si hay desorden u objetos amontonados en la entrada de la casa, se interpreta como miedo a relacionarse con otras personas.
• Si hay desorden u objetos amontonados en el armario, el mensaje es que no se tiene el control sobre el análisis y el manejo de las emociones.
• Si hay desorden u objetos amontonados en la cocina, el mensaje o señal es de resentimiento o de fragilidad sentimental.
• Si hay desorden en el escritorio o área de trabajo, el mensaje es de frustración, miedo y necesidad de controlar las situaciones.
• Si hay desorden detrás de las puertas, el mensaje es de miedo a no ser aceptado por los demás, sensación de sentirse vigilado constantemente.
• Si hay desorden debajo de los muebles, el mensaje es que se le da demasiada importancia a las apariencias.
• Si hay desorden u objetos acumulados en bodegas, el mensaje es que se vive del pasado.
• Si hay desorden u objetos acumulados en el garaje, el mensaje es de temor y falta de habilidad para actualizarse.
• Si hay desorden y objetos amontonados por toda la casa, el mensaje es de coraje, enojo, desidia y apatía hacia todos los aspectos de la vida.
• Si hay desorden u objetos acumulados en pasillos, el mensaje es de conflictos para comunicarse, miedo a decir y manifestar lo que se desea en la vida.
• Si hay desorden u objetos acumulados en la sala, el mensaje es de temor al rechazo social.
• Si hay desorden en el comedor, el mensaje es de miedo a no dar pasos firmes y sólidos, sensación de dominio por parte de la familia.
En los casos en los que tenemos antigüedades u objetos heredados, éstos se impregnan de la energía de aquellas personas a las que han pertenecido. Un ritual para limpiarlos es hacerlo con incienso o aceite esencial natural de algún cítrico como naranja, limón, toronja o mandarina.
Después de haber acomodado todo ese desorden ya hemos dado el segundo paso, ahora pasamos al tercer paso limpiar o despejar la energía de nuestros espacios de vida. Esto te ayudará a convertir tus espacios en lugares sagrados; en el cual encontrarás más sentido a tu vida y serás más asertivo en tus decisiones y proyectos.
¿Qué puedo hacer para controlarlo?
10 cosas que puedes hacer hoy mismo para controlar el desorden:
• Devuelve las cosas que te hayan prestado, cds, libros, ropa, herramientas.
• Recoge lo que esté en el suelo y colócalo en un canasto o bolsa hasta que puedas tomarte el tiempo de ponerlo en su sitio.
• Recoge revistas, catálogos y periódicos en una bolsa o canasto.
• Saca del armario 10 prendas que no hayas usado en el último año y dónalas.
• Limpia las ventanas, es una manera figurativa y literal de dejar entrar la luz a tu vida.
• Vacía los cestos de basura, baños, cocina, oficina; representan cosas que ya no necesitamos o queremos en nuestras vidas.
• Sacar de los cajones de tu armario las medias sueltas que han perdido su compañera, puedes usarlas para limpiar muebles.
• Despeja el escritorio, archiva papeles que ya no uses, revisa y organiza el correo recibido.
• Deshazte de lapiceras y marcadores que no funcionen.
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