Las milanesas suelen
ser la comida favorita de grandes y chicos. Y aunque prepararlas lleva
tiempo y paciencia, ¡valen la pena! A continuación, compartimos contigo
secretos de expertos para lograr milanesas crocantes y riquísimas, en
casa.
En busca de la carne perfecta
Puedes hacer milanesas con diferentes cortes de carne vacuna. Los mejores son el peceto y la nalga. Con el primero haces milanesas
pequeñas y con el segundo logras milanesas de gran tamaño. Pero, ambas
son muy tiernas y tienen poca grasa.
En la tienda, debes fijarte en el color de la carne, pues es indicador de cuán fresca es. Hay que evitar las carnes oscuras porque suelen ser aquellas que están
hace mucho tiempo sin consumirse, elije
aquellas envasadas al vacío, porque suelen ser las más tiernas.
¡Manos a la obra!
Primero, si han quedado restos de grasa en la carne, debes
quitárselos. Además, si quedó muy dura o despareja,
deberías golpearla un poco con una masa para abrir el tejido y
uniformarlo, así la cocción será más pareja. No olvides salar la carne antes de seguir con el siguiente paso.
Como seguro ya sabes, debes pasar la carne por una mezcla de huevos, y
aquí también tenemos un secreto para contarte. Para un kilo (2 libras)
de carne, siete huevos alcanzan perfecto. Debes batirlos y agregarles
un chorro de leche y bastante perejil.
Hay quienes también le agregan un diente de ajo picado, unas gotitas
de limón o vinagre para que la carne quede tierna y, también, dos
cucharadas de queso rallado y una de mostaza. ¡Hay para todos los gustos!
La
mezcla para recubrir las milanesas también varía según la preferencia
del consumidor. La sugerencia es colocarle al pan rallado, un
poco de queso rallado.
¿Fritas o al horno?
Si quieres unas milanesas bien crocantes, debes freírlas. Para que no queden grasosas ni se quemen enseguida, el aceite
debe estar a 180ºC . ¿Cuánto aceite
colocar? Debe cubrir la milanesa con aceite,
porque si pones poco, la carne lo absorberá más.
Si tras cocinarlas, notas que te quedaron secas, prepara un poco de
salsa de tomate, corta unas rodajas de queso fresco y de tomate, y
distribuye todo, en ese orden, sobre las milanesas. Caliéntalas unos
minutos en el horno, hasta que el queso se derrita, y termina con un
poco de orégano.
Y tú, ¿qué secretos tienes para preparar sabrosas milanesas? ¡Cuéntanos!
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