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Lo que toda Mujer quisiera que HAGA su Esposo



Mantener un matrimonio no es fácil, cómo puede aportar nuestro compañero de vida, primero leyendo este artículo. Lo que a toda mujer quisiera que haga su esposo. Aquí les dejo diez cosas que todo esposo debería hacer:

  • 1. Ama

    El matrimonio SIEMPRE debería basarse en el amor entre dos personas, por lo tanto, es fundamental que se ame. Debe amar a su esposa día a día, sin importar qué tan cansado llegue del trabajo o si han discutido; debe amar a sus hijos, demostrarles ese sentimiento en cada momento, mediante palabras, acciones y actitudes.
  • 2. Busca el romanticismo

    Para evitar que la rutina se apodere de la vida matrimonial es necesario generar instancias para el amor. Tener un detalle romántico, una salida de “novios”, un momento a solas. Sorprender al ser amado todos los días con muestras de amor: una carta, una palabra, una caricia, una flor, gestos que a pesar de ser sencillos tienen un gran significado.
  • 3. Aprende de los cambios

    Muy conocido es el dicho “Todo cambio es para mejorar”, pero los seres humanos somos animales de costumbres, si algo funciona, déjalo así. Un cambio no significa dejar de ser, sino ser mejor; por esto, cada vez que enfrentamos una situación difícil debemos buscar la enseñanza y asimilarla para nuestro diario vivir, evolucionar para ser feliz.

  • 4. Las labores domésticas son tarea de dos

    Lo que todas las mujeres soñamos es un hombre que lave, que planche y ordene. No queremos un “dueño de casa”, pero sí un compañero que nos ayude y apoye en las labores domésticas.
  • 5. Perdona y vuelve a perdonar

    Errar es humano; perdonar, divino. Todos cometemos errores, algunos más que otros, pero el hecho de reconocer que nos hemos equivocado y el disculpar a quien lo ha hecho es lo que nos hace ser mejores personas. En una pareja perdonar significa olvidar bajo el compromiso de no repetir lo sucedido.
  • 6. Agradece y corresponde

    Una relación se compone de al menos dos personas, así que los derechos y deberes deben ser mutuos; la paternidad, la educación de los hijos, las responsabilidades, e incluso los quehaceres del hogar. Recuerda que la mujer que se queda en casa se esfuerza tanto o más que aquélla con un trabajo remunerado, pero no tiene horario, descansos ni vacaciones.
  • 7. Todo esposo debe enseñar a amarlo

    El cómo nos gusta ser tratados, qué queremos recibir y cómo queremos vivir no es algo que se adivine, sino que con experiencia y tiempo compartido lo podemos ir deduciendo. Como padre tienes la hermosa labor de enseñar a tus hijos a ser “hombres”, a ser caballeros, el valor de empeñar la palabra. Para las niñas deben ser ejemplo de valentía, responsabilidad y rudeza con un toque de sensibilidad. Traspasar su experiencia de vida, sus logros, sus errores, es el mejor legado que puede entregar.

  • 8. El hombre también cabe en la cocina

    Quitémonos de la cabeza el prejuicio de que la cocina es el lugar de la mujer. Internacionalmente los mejores chefs son varones, así que todo hombre, en especial aquel que tiene familia, debe saber preparar un plato de comida. Saber cocinar no requiere de aptitudes especiales, basta con seguir las instrucciones e incluir una dosis gigante de amor antes de servir.
  • 9. Alimenta el amor

    Producir mariposas en el estómago, hacernos sentir que flotamos cada vez que estamos a su lado, esas ganas incontenibles de abrazarlo y besarlo todo el tiempo, eso debe hacer un esposo. Ser capaz de mantener la llama del amor, de enamorar y enamorarse todos los días.
  • 10. Busca complacer

    No es lo mismo tener relaciones que hacer el amor. Hacer el amor significa entregarse en un momento de pasión y amor donde los deseos de la persona a quien amas importan más que los tuyos. Un hombre que sabe amar a su esposa es un hombre deseado.

    Todas sabemos que el hombre perfecto No Existe, pero con mucho dialogo, paciencia y sobretodo amor, es posible disfrutar una linda relación de pareja.

    Fuente: DianaBrante




Pasar del Noviazgo al Matrimonio. Enfrenta los retos



Cuando la emoción inicial del matrimonio desaparece, ¿significa que el amor terminó? Este es posiblemente el primer y más grande reto al que se enfrenta al iniciar un matrimonio.

Los primeros momentos de una relación son siempre duraderos en la memoria, son muy intensos. Pero si esa emoción inicial desaparece, ¿significa que el amor terminó? Este es posiblemente el primer, y más grande reto, que enfrenta un nuevo matrimonio.En nuestra niñez y juventud aprendemos a aceptar el cambio. Así como en la materia y la energía nada se destruye, es primordial entender que en el amor pasa igual; es decir, no se destruye, se transforma. Los sentimientos de cortejo y noviazgo también cambian, porque en el matrimonio se ven obligados a pasar por pruebas de fuego. Estas incluyen un conocimiento más profundo de la pareja, la convivencia y la monotonía. En el noviazgo se ocultan comportamientos de la personalidad, pero en el matrimonio la confianza hace que los temores desaparezcan y que surjan conductas que para el otro no eran evidentes al principio.Aceptar los cambios con agrado nos llevará a trabajar y a enfocarnos en los retos indicados, a conducir nuestros esfuerzos conjuntos hacia donde los necesitamos. A continuación se enuncian diez retos que bien llevados nos ayudarán notablemente a amar más, y de una nueva manera, a nuestra pareja: 
  • Empatía


    Es fácil entender cuando pasamos por momentos difíciles. Extrañar la soltería o la vida familiar con padres, hermanos y amigos es normal, en especial porque vivimos muchos años acostumbrados a ello. Al pensarlo con detenimiento entendemos que no somos los únicos que pasamos por estas dificultades; nuestro compañero vive las mismas experiencias. Saber que en casa se tiene a alguien que atraviesa por lo mismo resulta una experiencia invaluable, una oportunidad para aprender juntos. Entender que se ha formado un nuevo hogar, y que es responsabilidad de los dos crear el ambiente y la vida familiar, convertirá el matrimonio en un reto divertido.
  • Las molestias

    No se acaba de conocer nunca al otro, pero un acercamiento a ello se da a través de la convivencia. Algunas de las manías que hemos cultivado por toda una vida vienen a mostrarse en el momento de vivir juntos y el compañero ideal parece ya no serlo. Es importante poder expresar con amor las molestias y llegar a pequeños acuerdos, en los que ninguna de las dos partes sienta imposición. Los acuerdos siempre deben ser mutuos, los compromisos en pareja y las recompensas compartidas.

  • Labores de la casa

    El presupuesto tal vez no alcance para una ayuda externa. Las labores de la casa pueden convertirse en una pesadilla o en una manera de compartir. Enséñense habilidades el uno al otro, a adquirir conocimiento juntos (por ejemplo, que asistan a clases de cocina). Entender que el hogar es de los dos y la manera en que luzca depende de ambos; decoren juntos, busquen siempre algo que los emocione. En un siglo en el que hay mercado para todo, con seguridad encontrarán el estilo que desean. No sean extremistas, una tarde viendo películas puede desplazar una cocina desordenada.
  • Trabajen por el otro

    El matrimonio es el trabajo de los sueños, nuestra pareja nos inspiró los mejores sentimientos. Las mejores ideas las conseguimos con la motivación del otro. Trabajemos cada día para que el otro se sienta importante, acudamos a la creatividad y sorprendamos con detalles inusuales e inesperados. Conocer las metas individuales del otro nos ayudará a ser su cómplice. Esta es una pregunta que siempre debe estar latente en nuestra cabeza, ¿cómo le ayudo a cumplir sus sueños? Cuando uno de los dos se sacrifica por el otro, la recompensa y el triunfo son mutuos.
  • Una meta a seguir

    Es importante que siempre haya una meta en conjunto, y cuando ella se cumpla planear la siguiente. Esto nos permite estar enfocados y a apreciar los logros en conjunto.

  • Hagan planes en conjunto

    Los planes individuales a veces son muy efectivos, pero tener en cuenta al otro le demuestra que es importante y nos proporciona una perspectiva amplia, un punto de vista no considerado antes.
  • Diviértanse juntos

    El hogar puede convertirse en un campo de batalla criado y alimentado por la repetición de acciones diarias. No olviden disponer de un tiempo en pareja, al menos una vez por semana. Las actividades deben procurarse variadas y novedosas, a fin de no caer en la monotonía de la que se intenta salir. Los dos deben planearlas por separado, y de vez en cuando sorprender con un rayo de creatividad.